Helicopter Money, cuando el dinero sí cae del cielo

Como cada mañana, salí de casa para recorrer andando los 2km que distan a mi trabajo. Siempre somos los mismos, ¡y que nadie falte! El señor con un punto de locura que nos dice a todos buenos días, la chica corriendo, la mamá de la mano de un niño, el camión del supermercado, el frutero abriendo la tienda, la pareja de recién jubilados que salen juntos a pasear y todos los coches que van y vienen a un lado y a otro de la calle.

De repente escuché el ruido atronador de un helicóptero. Todos miramos hacia arriba y parecía que estaba parado encima. No, no lo parecía. Efectivamente estaba parado, ese era el sitio al que quería llegar. Inesperadamente, observamos que desde su interior empezaron a soltar papeles. “Parece dinero… ”, pensé. “Que sí que sí que parece dinero… ¿estás dormida aún Anita?”. Cuando esos papeles llegaron al suelo, me agaché a coger uno de ellos. Efectivamente se trataba de billetes. ¡Estaba lloviendo dinero! “¿Qué juego es este?”, pensé. “¿Será dinero del Monopoly?” “¿dónde está la trampa?”

helicopter-money

No, no se trata de un sueño. Se trata de mi visualización del concepto “helicopter money” o lo que es lo mismo “helicóptero monetario”. Esta es una de las medidas que se plantean los Bancos Centrales para salir de una vez de la crisis. Aportarnos una cantidad a todos los ciudadanos con el objetivo de generar actividad económica. Esta medida, por tanto, no aplica para los que miran cada céntimo que gastan ni a los ahorradores empedernidos que siempre piensan en el por si acaso.

Easy Money (dinero fácil). Dinero caído del cielo a nuestra cuenta bancaria para empujarnos a gastar y de esta manera convertir de nuevo el dinero en una variable flujo que pase de unas manos a otras o bien dinero a tipos de interés 0. De esta forma, aumentando el consumo, se genera mayor actividad económica, así, se incrementa la demanda para que sea superior a la oferta y suben relativamente los precios, lo que ayuda a evitar la temida deflación.

Para los que  no entiendan mucho de esto, diré que la deflación (bajada de precios) es mala. Es mala para las empresas, cuyos stocks valen mañana menos de lo que valen hoy. Es malo para la economía porque el consumo se retrasa, el coche vale mañana menos de lo que vale hoy, por lo que aumenta la oferta de bienes y servicios y se paraliza la actividad económica. Las empresas dejan de producir y por lo tanto los empleados cuyas empresas no tienen actividad, no son necesarios y son despedidos.

Llegados a este punto, alguien pensará entonces que la economía de hoy en día está hecha para gastar. Mi respuesta es que sí. Algunos no lo hacemos porque nos lo digan los libros de macroeconomía ni los Bancos Centrales. Lo hacemos porque nuestra filosofía del carpe diem nos lleva a un modo de vida inflacionista. Compra hoy por si mañana es más caro o en algunos casos, por si mañana ya no queda justo lo que te gusta. Coge cada oportunidad que tengas en la mano. Sal hoy por si mañana no surgen planes. Y al final sales hoy y mañana para fortuna del negocio de la hostelería y transporte. Esta filosofía de vida cortoplacista y del carpe diem va muy acorde a lo que las instituciones nos está implementando sin darnos cuenta.

El origen del helicóptero monetario está en lo que el BCE empezó a llamar en 2015 Quantitative Easing. Esto es lo que en clase de macro estudiábamos como Política Monetaria Expansiva, es decir, poner a trabajar la máquina de hacer dinero. Pienso en mi padre cuando siendo yo pequeña decía lo de la máquina de hacer dinero, y una vez más, al igual que el helicóptero, me imagino la máquina “de hacer dinero” como si fuera una caja registradora de las antiguas que funcionaban a manivela.

¡Aquí una muestra de lo que intentan reflejar mis palabras!

 

El Quantitative Easing ha sido la forma en que el BCE ha llamado a la inyección de liquidez al sistema financiero. O lo que es lo mismo, la forma en que se ha sacado dinero de la nada y lo ha depositado en las cuentas de las entidades financieras para que estas lo materializaran en préstamos para aumentar el consumo y la inversión y de esta forma aumentar la inflación hasta el objetivo del 2% con todo el efecto que esto tiene para la economía (ya explicado antes).

A esta medida de la expansión monetaria ha ido unida la rebaja de los tipos de interés hasta alcanzar el 0%. De hecho, existe una tasa que ha bajado por debajo de cero, la tasa de facilidad de depósito. Es decir, los bancos que coloquen su dinero en el BCE tendrán que pagar por ello. De esta forma se incentiva que no lo hagan y que ese dinero se destine a la financiación de la actividad de la economía real, toda aquella cuya actividad no se basa en la compra-venta de dinero, sino de bienes o servicios no relacionados con “lo monetario”.

Desde mi punto de vista, el colmo del absurdo es tener que pagar por prestar dinero así como lo sería tener que pagar por fabricar un bien o prestar un servicio. El modelo de negocio no es viable ni sostenible en el tiempo para los bancos. Sin embargo, la función del sistema financiero como soporte a la economía real es indiscutible y es esa conexión entre ambos la que deberían buscar de verdad desde el BCE.

Las herramientas del BCE parecen ir dando tumbos dando la impresión de estar haciendo ensayos en un laboratorio llamado Unión Económica y Monetaria (UEM). Los tipos de interés baratos generan deuda y más deuda. Deuda no productiva. Deuda que no se utiliza como inversión, sino gasto que no genera retorno. Lo mismo que ocurriría si lloviera dinero del helicóptero. Con el Easy Money (dinero fácil), aumentaría el gasto de los consumidores a corto plazo pero seguro que todos lo haríamos en el centro comercial y no en emprender una idea que tenemos en la cabeza. Aumentaría el consumo, sí, de ese año. Aumentarían los precios sí, de ese año. Pero son otro tipo de medidas las que algunos esperamos de una Institución de referencia.

Con el Easy money, los Estados no se preocupan de sanear la deuda porque saben que siempre van a financiarla y acaban estableciéndose en el carpe diem financiero. Algo así como una mentirijilla para salir del paso mantenida en el tiempo que llega a convertirse en una verdad a medias que mueve los hilos.

Me da la impresión de que algunos que estamos en la treintena, vamos a tener que acostumbrarnos a vivir con esta situación de incertidumbre y esperpentos monetarios en los que los helicópteros tirando dinero sobre las calles, sean la medida menos abstracta que podamos imaginar.

 

 

12 comentarios sobre “Helicopter Money, cuando el dinero sí cae del cielo”

  1. Cuando nos hacíamos la moneda en casa (pesetas) podíamos jugar al juego de las devaluaciones competitivas. Ahora estamos en en Euro (MarcoLandia) y nos quitaron el juguete.
    Nos dejan jugar a otro juego que se llama «ajusta los salarios», pero no es igual de divertido para los «ajustados».
    En los albores de la crisis financiaría allá por 2008, un guru de las financias de EEUU avisó que lo de las hipotecas subprime era el chocolate del loro comparado con lo que vendría a continuación, cuando los estados recurrirían a la deuda publica para rescatar sus sistemas bancarios metidos en el ladrillo hasta las cejas. Pero lo mas gordo está aun por caer, porque los tipos de interés por los suelos lo que están escondiendo es el coste del servicio del stock de deuda privada que está listo para despegar de nuevo apenas estos se normalicen.
    Para los que quieren saber el nombre del guru americano de las finanzas que hizo esta previsión en 2008, les tengo que decir que no puedo revelar su nombre:estoy vinculado por una clausula de confidencialidad, ademas es mi primo y de profesión no es economista…. pero igual por esto tiene mas sentido común que nosotros LOL

    1. La deuda pública va a ser una deuda vitalicia, no veo otra salida, salvo la condonación. Y respecto a la deuda privada, las grúas están de nuevo invadiendo los paisajes urbanos y ¿cuantos de estos edificios se mantendrán con tecnología de energías renovables?. Pocos, porque a alguien no le interesa. Creo que hemos aprendido poco.
      Gracias por comentar! 🙂

      1. Si consigues eliminar el déficit presupuestario en las cuentas anuales y llegas a tener un poco de superavit, hay una vieja amiga tan buscada por todos en estos últimos años que aliviar el servicio de la deuda y reducir el stock de la misma en términos reales: la inflación

  2. Mientras se continué persiguiendo las energías verdaderamente renovables con las solar, quien se atreve a poner paneles fotovoltaicos?
    Alemania, con menos de la mitad de potencial de irradiación solar que España es líder hace años por potencia instalada de energía fotovoltaica (y de paso han desarrollado todo el sector tecnológico relativo).
    Aquí que tenemos sol y tierras vacías para aburrir…….. ponemos el impuesto del sol y hemos apostado por la tecnología eólica?
    No será porque construir molinos de viento necesita de una importante obra de ingeniería civil mientras los «huertos solares» se montan si tanto coste?
    O mejor aun, taladrar el fondo marino para crear depósitos de gas natural (otra obre civil majestuosa) para luego de causar temblores sísmicos llevarse una indemnización de mas de 1.000 millones de euros pagadas con nuestros impuestos sin rechistar?
    Ya lo se, pensar mal es pecado…. pero a menudo se acierta

    1. Espero que cambie el rumbo en un país en el que alguna vez nunca se puso el sol’… En España somos tan buenos en renovables como wn obra civil. Hay empresas magníficas cuya actividad está desarrollándose fuera.

  3. Pagar por ahorrar dinero, tipos de interés negativos… Ni se planteaba en la teoría económica de la Facultad
    Nuevos tiempos, históricos ☺

  4. Gracias por poner el tema encima de la mesa. Es inverosímil que el BCE fabrique 80.000 millones de euros cada mes (cada mes!) y la sociedad no se pregunte por qué, por qué no más o menos, y la pregunta del millón, dónde va a parar todo ese tsunami de dinero. No sólo la sociedad, es que los periodistas y los políticos tampoco se lo preguntan. Hacemos una dejación total del tema monetario en los ‘expertos’, que son los banqueros claro. Y así nos va.

    Nosotros pensamos que el sistema monetario actual basado en dinero fiat y reserva fraccionaria está llegando a su final. Esto es lo que pasa siempre históricamente con la reserva fraccionaria: Los bancos crean enormes cantidades de crédito, ya que el sistema les permite crear más crédito que el dinero que tienen; eso crea burbujas (bolsa, ladrillo, …); cuando las cosas vienen mal y la burbuja explota, los créditos no se pueden devolver (cracks, desahucios, …); entonces el Estado tiene que rescatar esas entidades (‘por que si no sería peor’) y la deuda privada se convierte en pública. Una y otra vez. Nosotros proponemos un sistema monetario alternativo, realista, sólido y más justo, haciendo unas pequeñas reformas al actual.

    Yendo al tema del helicopter money, creemos que el post no menciona la razón principal del QE: mantener la masa monetaria. Como el dinero lo crean los bancos cuando conceden préstamos, y ahora no lo están haciendo, la cantidad de dinero total en la economía disminuye (masa monetaria). Eso es lo que el BCE quiere contrarrestar creando su propio dinero. Nosotros hasta ahí estamos de acuerdo. Es más sano para todos que la masa monetaria sea estable. La principal cuestión es: Si el BCE tiene que crear todo ese dinero nuevo, dinero que pertenece por definición a todos los ciudadanos europeos, ¿QUE HACEMOS CON ESE DINERO?

    El BCE lo está canalizando a través de los bancos comerciales hacia la compra de deuda pública, y ahora también deuda corporativa. Esto es, se hace llegar a los gobiernos y grandes empresas, pasando por la banca (y dejando las correspondientes comisiones). ¿Es eso justo, razonable, efectivo? Nosotros pensamos que no. Creemos que sería mejor repartir el dinero a los ciudadanos, el famoso ‘helicopter money’, que muchas organizaciones europeas estamos defendiendo con el nombre QE4People. Esto incrementaría el consumo y la inflación, pero sin aumentar la desigualdad como el QE, que sólo beneficia al sistema financiero. Es curioso que muchos críticos (no es el caso de este post) estén en contra de dar dinero a la gente, y sin embargo les parezca normal dar ese mismo dinero a los gobiernos, corporaciones y bancos.

    1. Es un tema controvertido. A corto plazo podría ayudar pero tendría que haber un #QE4people cada año para que la burbuja nunca explotara… a largo plazo no me parece la solución. Uno de los problemas de la economía, la política y las empresas, es que no se gestionan basadas en el largo plazo sino, como digo en el artículo, en el carpe diem político-financiero… (es mi opinión…)

      1. Es curioso que el hecho de crear mensualmente 80.000 millones y repartirlos entre bancos, corporaciones y gobiernos, no sea controvertido, pero la idea de repartirlos entre los ciudadanos sí lo sea. ¿No os parece? Además, todo ese dinero actualmente se reparte en forma de deuda, así que la deuda tanto pública como privada se está disparando, lo que sin duda no nos lleva a nada bueno. En cambio nosotros proponemos que sea una cantidad mucho más pequeña, pero como donación directa, no como deuda.

        Por otro lado dices que «habría que repartirlo cada año para no explotar la burbuja», pero no entiendo a qué burbuja te refieres. Donde sí hay una burbuja enorme alimentada por el dinero del QE es en el sector financiero, en renta variable y sobre todo renta fija. Esa es la que nos debería preocupar.

        Yendo a lo concreto, si se regalan 300€ (por ejemplo) a cada ciudadano europeo, ¿en serio creéis que habría un desenfreno de consumo, burbujas e inflación? Nosotros pensamos que no, que el efecto sería limitado y controlado, pero de repente tendrías 90.000 millones de € libres de deuda circulando por la economía real. No hay que repetirlo más veces si no hace falta.

  5. Lo de la controversia no lo decía por ti. Cuando el BCE anunció su plan de crear más de un billón de euros a razón de 60.000 millones al mes, todos lo aplaudieron unánimemente, políticos, periodistas y medios especializados. Vi a muy poca gente cuestionar el QE, y menos aún el destino del dinero. Más tarde, cuando el plan se amplió a 80.000 millones al mes, otra vez se aplaudió. Sin embargo cuando se habla del helicopter money o el QE4People, es habitual encontrarse con un desprecio tipo ‘medida socialista de dinero fácil para vagos’. Es algo palpable: repartir ese dineral entre bancos, gobiernos y corporaciones se considera ‘lo normal’ (fíjate que ningún político ha protestado), mientras que dárselo a la gente es ‘bolivariano’. Cuando en realidad es una medida estrictamente monetaria, planteada en su día por un liberal como Milton Friedman.

    Sobre el ‘pan para hoy’ tengo que insistir, el objetivo del QE4People no es incentivar el consumo ni crear una renta básica ni estimular la economía, sino regular la masa monetaria. La cantidad de dinero en la economía está disminuyendo, y eso causa una deflación perjudicial. Por tanto se ha decidido que el BCE inyecte dinero. Vale, muy bien, hasta ahí de acuerdo. Entonces el debate es, ¿qué hacemos con ese dinero nuevo creado? Un saludo.

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