Guía para entender el Crowdfunding (I)

¿Qué es el Crowdfunding?

Todos hemos hecho Crowdfunding alguna vez. Cuando vamos a una boda y pagamos por una cena un importe que no nos gastamos nunca en un restaurante, estamos financiando la cena, el vestido y el viaje de novios; estamos haciendo crowdfunding, una financiación colectiva del evento junto con todos los invitados. El proyecto es la boda, los promotores los novios y la recompensa para los mecenas o inversores: horas de diversión.

Crowdfunding, micromecenazgo, financiación colectiva, financiación participativa… En definitiva, el crowdfunding es una alternativa de financiación de proyectos con o sin ánimo de lucro. La clave de esta nueva forma de captación de fondos es que se realiza vía internet y que cualquier persona puede acceder a ser inversor porque se trata de una financiación en masa.

El concepto de crowdfunding no es nuevo, existen casos a lo largo d la historia, como por ejemplo, la construcción de la base de la Estatua de la Libertad de Nueva York que fue financiada por familias humildes que aportaron en su mayoría, menos de un dólar. Sin embargo, ha sido con la revolución de Internet cuando la idea de financiar proyectos por muchas personas, se ha visto como una posibilidad real a tener en cuenta por los emprendedores que no pueden acceder a otro tipo de financiación o agrupaciones que simplemente tienen una idea de acción social. Pequeños y desconocidos Business Angels aportan pequeñas cantidades a un proyecto aún por desarrollar a cambio de una recompensa estipulada previamente.

El Crowdfunding es, en definitiva, un sistema de captación de fondos paralelo al propio sistema financiero donde los emprendedores, investigadores, iniciadores del proyecto, etc. pueden obtener recursos económicos de una manera mucho más flexible que si lo hacen a través de las instituciones financieras tradicionales. Cualquier proyecto de cualquier índole puede acceder a la financiación por crowdfunding. La clave está, como veremos más adelante, en elegir la plataforma adecuada y en utilizar una buena estrategia de Social Media.

¿Qué tipos de crowdfunding existen?

Cualquier proyecto de tipo empresarial, formativo o social tiene lugar en el Crowdfunding. Cada proyecto y concretamente, cada momento del proyecto, tendrá objetivos y necesidades diferentes. Por lo tanto, los promotores que necesitan la financiación, tendrán que conocer las distintas alternativas con las que cuentan.

Para empezar, por ejemplo, el promotor debe tener claro que pasa si no alcanza el importe que necesita. Si esto sucede, en la mayoría de los casos se le devolverá el dinero a los inversores, esto es la forma del «o todo o nada». Sin embargo, también cabe la posibilidad de que cada euro recibido sea sirva de apoyo al proyecto porque no sea imprescindible alcanzar el mínimo, en este caso estaremos en la modalidad se denomina «todo sirve».

Una vez se publique el proyecto en una de las plataformas oficiales, registradas como tal en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el promotor deberá dejar claro en la descripción del proyecto, que pasará si no se llega al mínimo requerido además de cual de las cuatro financiaciones siguientes es la que se requiere:

1. Crowdfunding de recompensa: Ofrece al inversor una compensación no dineraria pactada previamente. Se utiliza para proyectos que no requieren un presupuesto muy elevado, de manera que muchos mecenas puedan aportar pequeñas cantidades. Por ejemplo, si queremos financiar la fabricación de un nuevo producto, una buena recompensa es el propio producto una vez se lleve a cabo el proyecto. De esta manera estaríamos realizando una preventa que a la vez nos serviría para analizar el impacto que nuestro producto podrá tener en el mercado. Aquí tenéis un ejemplo real y de éxito de crowdfunding de recompensa: Mememtum: app para pacientes de Parkinson
2. Crowdfunding de donación: este tipo de financiación se utiliza para proyectos de causas sociales. La aportación se hace de manera altruista y a diferencia de la anterior, no se recibe nada a cambio aunque se sugiere a los promotores que realicen algún tipo de recompensa para agradecer la colaboración. Aquí podéis ver un  ejemplo de un proyecto en Ecuador para ayudar a los niños a desarrollar actividades agrícolas.
3. Crowdfunding de participación o equity crowdfunding: los inversores, en este caso crowdangels, aportan una cantidad que se verá retribuida con acciones, participaciones u obligaciones de la empresa que va a desarrollar el proyecto. Esta empresa puede ser de nueva creación o no. Aquí tenéis una campaña superada con éxito, la creación de un nuevo periódico a través de crowdfunding de inversión..
4. Crowdfunding de préstamos o crowdlending:  el inversor espera recuperar la cantidad aportada más un interés pactado al principio con el promotor que puede ser una persona física o jurídica. Aquí un ejemplo de crowdlending solicitado por una empresa para realizar una expansión de su negocio.

Tengo una idea y necesito dinero, ¿por dónde empiezo?

Lo más difícil en cualquier iniciativa es ponerla en marcha. Una vez la lanzas y miras hacia atrás piensas que no ha sido tan difícil como pensabas porque la satisfacción supera con creces el esfuerzo.

1. Define tu proyecto. ¿Qué es tu proyecto? ¿Por qué han de ayudarte con la financiación? ¿Qué objetivos quieres cumplir? ¿Que pasará después de conseguir el dinero?.
2. Elige el tipo de crowdfunding más adecuado para tu proyecto y una vez lo tengas claro, deberás elegir la plataforma que más se adapte a tus objetivos y tu tipo de proyecto. No todas las plataformas sirven para todos los proyectos ni todas tiene la misma reputación e impacto de Social Media. Aquí os dejo un listado con las Plataformas de Financiación Participativa activas en España: Guía PFP todas ellas deben contar con métodos de pago fiables (tarjeta, paypal…) porque el inversor paga al promotor a través de esta web, que actúa como un intermediario entre inversor y emprendedor a cambio de una comisión.
3. Busca una recompensa justa y clara. Sea cual sea el tipo de crowdfunding al que queremos acceder, nuestros mecenas tienen que tener claro qué obtendrán a cambio ¡ y cuando!. No vale jugar con la ambigüedad porque eso les frenará a la hora de decidir si aportar o no.
4. ¡Identifícate tú!. Muestrate, interactúa, enseña quien eres y qué es lo que te motiva a seguir adelante con tu idea. En algunos tipos de crowdfunding (inversión y préstamo) es obligatorio hacerlo por ley pero mi recomendación es mostrarse siempre, desde un punto de vista profesional pero cercano. La cercanía y transparencia son claves en este tipo de iniciativas de colaboración P2P donde la confianza tiene que quedar implícita.
5. ¡Toca hacer números! Analiza tu proyecto, elabora un Plan de Negocio que contenga un presupuesto realista. Ten en cuenta que sea del tipo que sea tu proyecto, tienes en tu mano una microempresa y para ello deberás utilizar todas las herramientas de gestión disponibles. ¿Qué costes directos va a requerir el proyecto? ¿Qué otros costes tengo que tener en cuenta? Por ejemplo la comisión que nos cobra la plataforma  donde expondremos el proyecto, la comisión por el sistema de pago de la plataforma que es a quien paga el inversor y los gastos del Social Media Plan. El presupuesto del proyecto es una parte importante porque de los costes que calcules, depende el importe a solicitar en la campaña que será mayor o menor y de ello dependerá el éxito. Siempre queda más bonito superar el 100% y son las campañas de las que se habla.
6. ¡Comienza tu campaña!

¿Cómo desarrollar una campaña de Crowdfunding?

La parte fundamental de una campaña de crowdfunding es el Social Media Plan y para ello habrá que seguir una estrategia adecuada para conseguir los objetivos de la campaña: obtener inversores interesados en nuestro proyecto. Es justo en este punto donde radica el éxito del crowdfunding, internet y las redes sociales.

En primer lugar deberemos establecer el público objetivo para saber en que redes sociales debemos tener presencia. Además en este Social Media Plan es clave realizar un buen marketing de contenidos donde podamos ir contando la evolución de la campaña, curiosidades que vayan surgiendo o información relacionada con el el proyecto. Para esto, es imprescindible que el proyecto contenga un blog donde actualizar contenidos durante toda la duración de la campaña y también después, aportar información del importe recaudado y donde podamos pedir la colaboración con nuestro proyecto a través del marketing de contenidos. De esta manera podremos ofrecer información de valor a quien se haya tomado la molestia de leernos, independientemente de que finalmente realice o no su aportación. Además del blog es recomendable estar activo en las redes sociales e intentar movilizar a la comunidad así como mostrar fotos y curiosidades del propio proyecto. También es recomendable publicar videos mostrando la causa del proyecto y agradecer a cada mecenas su colaboración, crear hashtags específicos para nuestra campaña, hacer seguimiento del rendimiento de la campaña en redes sociales, etc.

Otra forma de hacer promoción de nuestro proyecto es el email marketing. Esta herramienta nos sirve cuando hemos realizado más de un proyecto, los mecenas que ya han confiado en nosotros, podrían volver a hacerlo, ¿verdad?, igualmente con los mecenas que ya han colaborado con la plataforma en la que hemos expuesto nuestro proyecto. También podemos crear eventos, fiestas para los que quizás necesitemos otras minicampañas de crowdfunding. Tenemos que hacernos ver en todos los medios, que se hable, hacer contactos, crear comunidad, agradecer a los inversores que van confiando en nosotros y sobre todo, publicar, publicar, publicar.  Las campañas de crowdfunding no tienen una duración muy larga por lo que es imprescindible mantener la campaña activa y contar con un buen redactor y gestor de contenidos cercano tanto a la comunidad como al proyecto, de manera que pueda entender el punto de vista empresarial de la iniciativa y explicarla de manera sencilla a los interesados que no tienen por que estar informados sobre ese sector. De esta forma será mucho más fácil que las personas ajenas al proyecto compartan nuestro contenido en sus redes sociales, hay que intentar conseguir viralidad en nuestra campaña.

¿Tiene futuro el crowdfunding en España?

Mi opinión es que sí a pesar de que la legislación no lo pone fácil. La Ley 5/2015, de 27 de abril, de fomento de la financiación empresarial en su Capítulo V, regula las Plataformas de Financiación Participativa con aspectos como la cuantía máxima que puede solicitar un promotor (2 millones de euros o 5 en el caso de inversores acreditados) y el importe máximo que puede aportar un inversor no acreditado; 3.000 euros. Con esta legislación, conceptos como el crowdfunding inmobiliario que ya se está desarrollando en países como Estados Unidos o Colombia quedan, en España, fuera de esta forma de financiación. Este proyecto de crowdfounding realizado en Estados Unidos, ha alcanzado una recaudación de 93 millones de dólares, hubiese sido ilegal en España ¿así es como queremos volver a ser una potencia mundial?.

A pesar de esta ley pienso que el crowdfunding dará mucho que hablar en el futuro. En parte por la crisis interminable que hemos pasado que ha sido junto con los avances tecnológicos la causante el cambio de mentalidad con el que empezamos a vivir ahora. El concepto «colaboración» está muy unido al crowdfunding, si bien, no debemos olvidarnos que el fin último de estos proyectos es conseguir un objetivo, que salvo en el caso de la donación, es un objetivo económico. Colaborar significa conseguir el objetivo de otra manera pero el objetivo en sí mismo como como inversores, grandes o pequeños, no ha cambiado. En última instancia lo que queremos es obtener una rentabilidad, no olvidemos nunca a la hora de invertir que debemos tener en cuenta el concepto ROI, Return on Investment o lo que es o mismo, rentabilidad de una inversión. Lo que ahora hemos cambiado es la conciencia social de nuestra inversión y por eso nos gusta saber que nuestro dinero está generando resultados positivos en la sociedad.

Otra de las diferencias frente a los métodos de financiación tradicionales frente a un proyecto financiado colectivamente es que ahora estamos hablando de un modelo Peer to Peer (P2P) donde iguales se tratan con iguales aunque cada uno tenga un papel y objetivo diferentes. En estos nuevos modelos de negocio entran en juego, además, otros conceptos relacionados con conceptos crossover que sin duda, van a ayudarnos a aumentar la viralidad y expansión de nuestra campaña de crowdfunding. Estos conceptos están relacionados con el idea global de crowdsourcing que se diferencia del crowdfunding en que capta recursos no económicos, esto engloba recursos de cualquier tipo, recursos en los que se colabora colectivamente para que todos ganen algo. Algunos de estas temáticas crossover podrían ser crowdthinking, crowdtalking, crowdbuilding, crowdtesting, crowdworking, crowdanalytics, crowdbuying… y todos los que se te ocurran.

Además del concepto colaborativo, hay otro concepto muy ligado al crowdfunding que es, como ya he explicado arriba, el del Social Media, marketing de contenidos y las redes sociales. Es imprescindible actualizar y compartir datos sobre la evolución de la campaña y el contenido del proyecto, contar con una buena estrategia de marketing online donde se publique información interesante sin hacer marketing directamente y hacer de todo ello una buena promoción en las redes sociales. En los pocos años que llevamos de internet ya hemos visto como las redes sociales y tendencias tecnológicas cambian siempre para estar más relacionados. Mark Zuckerberg ya se ha dado cuenta de ello y  ha habilitado la posibilidad de realizar crowdfunding de donación a través de las fan pages de facebook ofreciendo el servicio completo que ofrecen las actuales plataformas. ¿Se convertirá facebook en el futuro una nueva pataforma de crowdfunding?. ¿Serán las propias redes sociales quienes se conviertan en plataformas de financiación participativa ofreciendo a los emprendedores un servicio integral de crowdfunding de principio a fin?.

Mi opinión es que sí y mientras, voy a seguir leyendo sobre el tema para que no me pille desprevenida. Es imposible poner en un solo post todo lo que he aprendido estas semanas con el crowdfunding. Igual que es imposible ponerle límites a Internet, algo que nuestros legisladores siguen intentando.

Esperemos que poco a poco las leyes sean más colaborativas con la sociedad, la mentalidad y la economía del siglo XXI porque no se le pueden poner puertas al campo.

Continuaré.