22 años de historia

Es viernes por la noche. Mi móvil dice que fuera hace 2º. Dentro el termostato marca 21º pero acabo de quedarme helada. He terminado de ver el último episodio de la serie documental sobre ETA que está emitiendo Movistar, referente a Miguel Angel Blanco. Los dos capítulos que había visto hasta ahora me habían enseñado otro punto de vista del terrorismo de ETA, como el perdón de las víctimas y la integridad de los que no aceptaron la extorsión y acabaron siendo asesinados. Pero este tercer capítulo es impactante. Clase de Criminología en la universidad y apenas unos pocos saben quién fue Miguel Angel Blanco. “Uno que secuestraron mucho tiempo”. Ese fue Ortega Lara, querida. A Miguel Angel Blanco lo secuestraron 48 horas antes de matarlo. Yo tenía 13 años. Entonces no había internet, la fuente de noticias de última hora eran la tele y la radio, donde aquellos días emitían constantemente informativos y manifestaciones. Probablemente me choque que estos chicos (y chicas) no sepan quién era Miguel Angel Blanco porque es contemporáneo a mí. Sin embargo, me sorprende que lo que sucedió esos días no se estudie en los libros de historia, teniendo en cuenta que el terrorismo fue el gran problema de España y tuvo una solución aparentemente razonable. Además porque el terrorismo ha estado muy ligado a nuestra historia reciente, debería estudiarse al igual que las guerras, su contexto, origen, causas y consecuencias, así como el impacto positivo que probablemente haya tenido en este caso la actitud de las víctimas en el resultado final, la concordia.

Me llama la atención la foto en Guernica de algunos asesinados por ETA, ¿os imagináis que los estudiantes de Criminología no supieran en qué contexto se pintó el Guernica? En mi opinión, la muerte, perdón, el asesinato de Miguel Angel Blanco, debería servir, al igual que el Guernica, para que esas atrocidades no vuelvan a suceder. Es por ello necesario entender el contexto, las causas y las consecuencias de cada hecho para evitar a tiempo provocaciones imprudentes que puedan llevar a repetir hechos parecidos que ya debemos tener aprendidos. Es peligroso olvidar y es peligroso sesgar, en estos tiempos en los que, precisamente, el nacionalismo de todos los espectros está tan de moda.

Me ha llamado la atención también algo que desconocía. El padre de Miguel Angel Blanco, un hombre sencillo, se enteró del secuestro de su hijo en la puerta de su casa de boca de una periodista cuando llegaba a casa en su furgoneta. Y yo tampoco sabía que Miguel Angel Blanco hablaba sin miedo en una época en la que lo normal era agradar a los malos y no dejarles en evidencia para evitar entrar en su lista negra. Pero el mundo avanza gracias a los valientes (y las valientes) que se atreven a ir contracorriente. ¡Gracias!

Las manifestaciones de julio de 1997 unieron a los españoles como lo hizo el Mundial en 2010, perdonadme la comparativa pero jamás he visto a todo el mundo tan unido como en esos días. No hubo diferentes bandos en el lado de los buenos. Sólo había dos papeles en la historia y estaba claro qué papel tenía cada uno. La sociedad se unió en lo más importante, los valores para diferenciar el bien y el mal. Tal vez era fácil verlo al estar hablando de la vida de un joven de 29 años. Por eso es tan importante estudiar la historia. En este caso, la gravedad del asunto dejaba claro quienes eran los buenos. El problema es que en otras ocasiones no se trata de buenos ni malos sino de lo malo o lo menos malo o simplemente lo óptimo.

Por eso, leamos diferentes fuentes y no nos quedemos en lo básico o en lo que estamos de acuerdo. Ahora lo tenemos fácil con internet. Sabemos hacerlo y no tenemos excusa. Hemos comprobado que podemos evitar la división en la calle por temas que a todos nos afectan. Pongamos interés y conciencia. Entendamos, como dije antes, contextos, entornos, causas y consecuencias. No nos quedemos sólo en lo que ya creemos saber. Leamos incluso lo que no nos gusta y hagamos uso de esa porción de empatía que nos corresponde por ser seres humanos. Que la historia nos sirva para aprender, especialmente la historia reciente del siglo XX.

Tinder o la automatización del juego del amor

No pretendo con esto dar lecciones y ni mucho menos ser consejera de nadie. La gente suele contactar conmigo para que le oriente en lo profesional por mi aire de sabelotodo y empollona. Sin embargo, cuando alguien me cuenta sus problemas sentimentales, enseguida interrumpo y digo… yo no soy nadie para dar consejos de amor.

La felicidad -o subsensación- a pesar de lo que dicen los cuentos, se encuentra en los momentos más inesperados, más fugaces, y no tanto en las historias de amor de cincuenta años -pasan tantas cosas en cincuenta años…-

Selam Wearing

En realidad creo que sé más de lo que creo saber. No de amor, de amor yo no sé nada, pero sí del juego del amor. Porque el amor, las relaciones, el sexo y todo lo que está relacionado en torno a los sentimientos o como me gusta decir a mí, sensaciones, todo eso es en realidad un juego.

El juego del amor ha existido siempre. Hay personas tranquilas, que son felices con una vida estándar y sin complicaciones. Otras personas dan la apariencia de ser tranquilas pero en realidad les cuesta serlo. Por último, están aquellas que no son tranquilas ni pretenden engañar a nadie aparentando ser lo que no son.

Las personas del grupo 1 son personas de relaciones largas. Acaban una y empiezan otra o están toda la vida con la misma persona. No hay complicaciones. Se enfrentan a las dificultades y siguen adelante. Si les hablas del juego del amor se creerán que es un programa de la tele o una serie de televisión sudamericana.

Las personas del grupo 2 aparentan ser como las del grupo 1 pero en realidad les encanta el juego del amor y lo necesitan para bombear su sangre. Estas son las personas infieles, al menos de pensamiento. Necesitan la vidilla de lo que toda la vida ha sido el tonteo. Perfectos hijos, hermanos, amigos y compañeros de trabajo. Y también perfectos amantes.

Las personas del grupo 3 viven en armonía con su estado de pertenecia al juego del amor. Es decir, juegan a ello libremente con sus ventajas y sus inconvenientes. Las personas de los grupos 2 y 3 adoran el juego del amor. Es oxígeno para ellos, pero a diferencia de los del grupo 2, los del grupo 3 disfrutan de ello libremente. Son también son perfectos hermanos, amigos y compañeros de trabajo y suelen catalogarse como solteros de oro. Tener amigos del grupo 3 es muy divertido porque no nunca faltan historias del juego del amor.

Pero… ¿en qué consiste esto del juego del amor?

Esta idea no es mía pero el que me la inspiró no tenía el copyright a pesar de tener un master. El juego del amor consiste en estar siempre en el candelero de la atracción. Es estar en un quién sabe cuando, o como diría mi amigo Oliver, es estar pendiente de quien hay hasta en la sección de lechugas del Mercadona. El juego del amor es un no pero sí un sí pero no. Un hoy tú (A) y mañana tú (B) y  pasado otra vez tú (A) aunque estoy a ver si hablo con C. Y mientras tanto otras variables que entran y salen de la ecuación. El juego del amor te mantiene alerta, inquieto, vivo. El juego del amor desgasta pero también te da un revulsivo para vivir con más ganas, con ilusión, con una sonrisa por la mañana. Como diría ella… el juego del amor es lo único.

El juego del amor ha existido siempre. De hecho, ¿cuántas veces habrá cambiado el rumbo de la historia por el juego del amor? Igual que cambia el de las familias, las empresas, los gobiernos… el juego del amor lo cambia todo porque se fundamenta en el instinto más básico: la atracción.

No podemos hablar del juego del amor sin mencionar su forma. ¿Se te ocurre cual es la forma geométrica el juego del amor? Piénsalo. Cuenta hasta 3 antes de seguir leyendo…

Sí, has acertado. El juego del amor tiene forma de triángulo:

A quiere a B

B quiere a C

C quiere a A

Y entonces nunca nadie está satisfecho y el juego del amor nunca termina. C quiere a A pero como A quiere a B y B quiere a C, C intenta buscar a alguien que se parezca mucho a A pero no existe y entonces sigue buscando y sigue y sigue… y mientras tanto entran más y más fichas el juego del amor… y todo es un lío salvo que un día alguna ficha se salga del juego y se pare la partida.

Como decía antes, el juego del amor ha existido siempre pero como todo nuestro día a día, ha sido automatizado. El juego del amor es mucho más fácil con la tecnología. Las aplicaciones de conocer gente son un supermercado de fichas del juego del amor. Si es que, ya lo dice Oliver que voy a encontrar al amor de mi vida (¿amor de mi vida?) en el supermercado… Y que conste que no culpo a nadie. La que escribe también participa en el juego, a veces con piezas de A, a veces con piezas de B y otras con piezas de C. La diferencia ahora respecto al histórico juego del amor, es que acceder al juego es muy fácil y eso hace que todo se mueva muy rápido. Y a medida que se juegas más, se captan antes las fichas y el grupo en el que están jugando otros… y es que probablemente lo divertido del juego no sea ganar, sino jugar. Y así estamos, en una partida constante del juego del amor. Sin amor pero con cariño. Pero cuidado con las cartas de los sentimientos. Pueden dejarte fuera del juego o dentro para siempre.

¿Quieres leer más sobre el juego del amor? Entonces déjame tu comentario. ¡Venga, venga!

No me motives, inspírame

Me aburren las cuentas de Instagram que sin ser profesionales, son monotemáticas. Selfie pa’tí, selfie pa’ mí, modelito pa’llá, modelito pa’cá. Tratamiento facial por aquí, tratamiento anticelulítico por allá. Y los mejores, los de las frases de motivación. Alguno dirá, “pero si sigues un montón de cuentas de frases de motivación”… Efectivamente, por eso me he dado cuenta de esto que voy a contar a continuación.

“Lucha por tus sueños”… pero se les olvida decir que eso es no quedarte en el sofá. Que eso es formarte, conocer a personas inspiradoras, informarte, ponerte en el camino del sueño con todo tu esfuerzo y no sólo con todas tus ganas. Y aun así, aunque hagas todo para ponerte en el camino para cumplir tus sueños, habrás de estar en lugar exacto del camino, a la hora que pasa el autobús que te lleva a los sueños, porque si llegas antes, tal vez te equivoques de autobús, y si llegas 3 segundos después, tal vez lo pierdas y nunca regrese o no llegues ni siquiera a verlo. Eso no lo dicen las frases de motivación. Ni tampoco, que mientras tú estás esperando el autobús, alguien que ha salido de su casa conduciendo un Ferrari, adelanta al autobús en la primera parada.

En primer lugar, antes de luchar por los sueños, uno ha de tener una idea fija de cuáles son los sueños. Lo normal es que a medida que te acercas, el sueño se vaya desvirtuando y vayas diciendo… “no, no, no, así no” Entonces, ¿cómo lograr el sueño si ni siquiera lo tenemos claro? Si el sueño es dinámico y no hay un punto fijo al que llegar sino que este va cambiando de sitio, difícilmente vamos a poder lograrlo. Por decirlo de una forma más visual, el GPS de nuestro destino se vuelve loco. Pero esto no te lo cuentan en el perfil de Instagram donde sólo te dicen que luches por tus sueños, sin ponerte en contexto y sin hacerte reflexionar.

En segundo lugar, está genial que luchemos por nuestros sueños. Personas felices hacen un mundo más armonioso, más tranquilo, más pacífico y por lo tanto, un mundo mejor. Pero tengamos dos dedos de frente, por ejemplo, a la hora de emprender. Está genial que pongamos una idea en marcha. De hecho, todos deberíamos tener una idea que poner en marcha como plan A o plan B. Pero no se puede emprender dejándolo todo si no se tienen otras fuentes de ingresos. Están genial las frases de motivación que empujan a liderar el desarrollo de una idea emprendedora pero antes de dejarlo todo y lanzarse a la piscina, es conveniente echar un vistazo al perfil socioeconómico de ese que te dijo que lo hagas porque a él (o ella) le fue todo genial por dejar todo para alcanzar su sueño. Probablemente su respaldo familiar no sea el mismo que el tuyo o el mío. Es muy bohemio y muy moderno lo de emprender, pero todos, bohemios, soñadores y conservadores, tenemos la mala costumbre de comer varias veces al día y de dormir en un lecho caliente.

Otras de mis páginas favoritas son las páginas de frases de amor. Reconozco que algunas me hacen muchísima gracia porque me doy cuenta de que a todos nos persiguen los mismos monstruos pero de nada sirven las frases motivadoras de amor sin una reflexión de porqué o cómo se ha llegado a ese punto. También están las de amor de cuento, un concepto del amor idealizado como si eso fuera posible mantenerlo en el tiempo. Pero vende porque gusta. Y entonces nos creemos que eso es posible porque lo dice un perfil de Instagram. Y sí, las historias de amor existen pero todas tienen fecha de caducidad. ¿A que eso no lo dicen en Instagram? ¿A que Instagram no habla de otras formas de querer y quererse que no son las establecidas? También hay muchas que hablan del amor propio pero tampoco dan pautas para que empieces a quererte a ti mismo de verdad y no sólo en el estado de Whatsapp. Sólo te dicen que lo hagas pero no por donde empezar. “Si no te quieres tú nadie te va a querer”, sí vale pero necesito más. Necesito algo que me transforme, algo mucho más complejo que una simple frase. Algo que me haga entenderlo e interiorizarlo, algo que deje huella y perdure en el tiempo. Parecido a lo que pasa cuando tienes 18 años y tu madre te dice que ese chico no te conviene y tú no te das cuenta hasta que son tus amigos los que siembran la semilla de transformación en ti para que tú y sólo tú te des cuenta de los motivos por los que no te conviene.

Y es esto lo que le falta a las tazas, libretas, pegatinas, cuadros etc. que están generando millones de ingresos desde hace años gracias a su difusión en redes sociales. Hay frases preciosas pero no promueven que haya una reflexión que nos lleve hacia el cambio, no hay una verdadera ayuda personal, por lo que las frases no se quedan en más que business & followers (para que lo entienda mi madre negocio y seguidores en redes sociales). Y esto es lo que me da verdadera rabia. En realidad estamos muy necesitados de esto, de ahí el éxito de las frases. Sin embargo no profundizamos, no vamos más allá. Y hablo en primera persona. Ayer, a menos de un mes de cumplir 35 años, me di cuenta de algo que jamás había pensado. Y no será que no leo frases motivadoras todos los días desde hace 10 años.

El yoga, la meditación, el budismo, los retiros… todo tan de moda. Y detrás de todo, las frases de motivación en redes sociales. Pero me sorprende porque a pesar del éxito de las frases sigo sin ver una sociedad más concienciada. ¿Entonces? De nada sirve todo si detrás del todo no hay un cambio, un aprendizaje. A veces necesitamos ayuda para hacer esa reflexión porque no estamos acostumbrados a pensar. Para esto, claro que sí, existen perfiles en redes sociales que de verdad inspiran, para que todo el tiempo que pasamos metidos en esas aplicaciones sirva para que seamos más felices nosotros y como dije antes, todo el mundo por extensión. Pero insisto en que no todas las páginas de motivación fomentan la reflexión. Esa es la diferencia entre hacer business comprometido o hacer business por el business.

Probablemente parte de la culpa la tengan los nefastos sistemas educativos que en vez de enseñarnos a pensar y a madurar desde pequeños, nos enseñaron a seguir la corriente. Y nuestros padres… que con su mejor intención nos criaron como protagonistas de un cuento de Disney. Pero eso lo dejamos para otra vez que ahora tengo que seguir reflexionando.

😉

Del ciclismo para la vida; lecciones de la temporada

El ciclismo es probablemente uno de los deportes más exigentes. Pruebas de tres semanas de duración donde no hay tregua para tener un mal día. La exigencia en ciclismo es máxima; largas jornadas de entrenamiento y de competición, condiciones meteorológicas adversas, accidentes, problemas mecánicos, aficionados impertinentes, etc. Es un deporte que exige estar siempre al máximo rendimiento, de ahí que sea uno de los deportes más afectados por el dopaje. Pero además de esto, tiene detrás una gestión estratégica profesional donde todo está planificado con anterioridad y si surge algo inesperado, se planifica en ese momento.

Pero no. No se trata de ciclismo. Se trata del comportamiento humano y de la forma de organización social que el ciclismo nos enseña. Sólo basta mirar la última temporada.

  1. Apuesta por las mujeres

2018 está siendo el primer año del equipo femenino Movistar Team. Otros sponsors que actualmente ya tienen equipo masculino como Trek, ya han anunciado que el próximo año contarán también con un equipo femenino profesional. Pero aún queda mucho por hacer. En el caso de Trek (fabricante de bicis) es obvio que detrás de esta decisión hay una intención de adentrarnos a las mujeres en la afición a las bicis de carretera y bienvenido sea aunque sea con fines comerciales. Una pincelada en una esquinita del lienzo.

Fuente: Doug Pensinger/Getty Images Europe

La verdadera discriminación, y hablo de discriminación en general, comienza cuando no se le ofrece la misma oportunidad a todas las personas con un mismo interés en conseguir algo. El Tour, y hablo del Tour porque es la carrera ciclista por excelencia, ofrece a las chicas una carrera de un día frente a las 21 etapas de la carrera masculina. Sin embargo, a juzgar por las crónicas, el espectáculo ofrecido este año por las chicas fue brillante en comparación al que a menudo ofrecen los chicos pro. Entonces ¿por qué ofrecerles un recorrido tan diferente al masculino? “Sólo” falta darles más espacio en los medios de comunicación y hacer que la publicidad de los maillots sea tan rentable como es la de los hombres. No se trata de ponérselo más fácil sino de darles la oportunidad de demostrar que ellas también pueden rentabilizar la inversión manteniéndonos pegados a la tele o al lateral derecho del sofá 😉

Creciendo y descubriendo

Dicen que las personas crecemos cuando salimos de la zona de confort. Independizarte, viajar, conocer gente nueva, tener nuevas aficiones, hacer cosas distintas cada día y como no, cambiar de trabajo, forman parte de esa zona en la que uno se enfrenta a lo desconocido y siempre, de algún u otro modo lo supera y aprende.

Natalidad, emprendimiento y algo de magia

La física, un dios, los aliens o quienquiera que fuera, quiso que sólo las hembras tuvieran en su interior la magia necesaria para generar vida de su misma especie. Es curioso que históricamente, hablar del “sexo débil” hacía referencia a las mujeres cuando en realidad somos el sexo fuerte, precisamente por esa capacidad intrínseca y exclusiva de albergar vida humana en nuestro interior. Existen mujeres y hombres fuertes y débiles; las personas somos fuertes y débiles según nuestra condición. Pero es evidente que hay que ser muy fuerte para llevar dos vidas a cuestas y seguir pisando el suelo sin que el mundo se pare. Es nuestra propia naturaleza, es esa magia que llevamos dentro la que nos hace ser más firmes, más valientes, más completas…

La maternidad es una realidad biológica y no es transferible. No existe la opción de decidir qué miembro de la pareja se embaraza. Sólo las parejas homosexuales femeninas tienen la opción de tomar esta decisión. En un contexto heterosexual que es el más frecuente, las parejas deciden si tener o no hijos pero no quien ha de afrontar los cambios físicos y hormonales simultáneos y posteriores que supone un embarazo. Sí existe sin embargo, la posibilidad de decidir si la mujer se compromete o no a seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre la lactancia materna. La propuesta de Ley habla de las «actuales facilidades para conservar la leche» pero no sé si esta opción es factible para todas las tomas que necesita un recién nacido, así que de cara a facilitar la lactancia, estamos como antes.

Los consumidores responsables dirigen las empresas

Cuando hablamos de Responsabilidad Social Empresarial, inmediatamente pensamos en la ética que aplican las empresas cuando desarrollan su actividad. Sin embargo, somos nosotros, los clientes, quienes tenemos el verdadero poder en sus decisiones al inclinarnos por consumir un producto concreto.

¿Cómo podemos desde la última parte de la cadena forzar a las empresas para que sean socialmente responsables?

Conflictos con final feliz no es que dejen de existir conflictos

Voy a escribir estas letras por dos motivos. Uno es que no quiero olvidarme de todo lo que he aprendido hoy en un curso de resolución de conflictos. Otro es que me sentiría satisfecha si tan solo una persona aprendiera algo con lo que voy a contar. Ese es, en definitiva, el fin último de este blog.

Empecemos por el principio; los conflictos son positivos porque en caso de ser funcionales, con un origen práctico, ponen de manifiesto una situación en la que hay algo que resolver o mejorar. Por el contrario, si se trata de un conflicto irracional de esos que a veces nos inventamos por aburrimiento inconsciente, lo mejor es ignorarlo para no caer en situaciones disparatadas. ¿Para qué gastar energía en resolver un conflicto que no va a resolver ni mejorar nada? No voy a negarlo. En ocasiones, generar un debate al más puro estilo Miss Controversias, me ha llevado a un conflicto absurdo del que me ha costado salir airosa sin «odiadores» o haters que no piensan como yo.

Premisas de libertad

Somos completamente libres en ese instante en que salimos del útero de nuestra madre. Sin ropa que nos oprima, sin nadie que nos mande callar y con toda la inconsciencia pura y fértil. Esa libertad absoluta dura tan solo unos segundos. A partir de ese momento no nos queda más que luchar contra los preceptos sociales y trabajar nuestra consciencia si es que queremos ser un poco libres. Porque ser libre es duro. Ser libre es de valientes. Y ser completamente libre es imposible en un mundo social y conectado.